Tendencias Globales que Están Redefiniendo la Minería: Una Reflexión para Argentina
Un análisis estratégico de las fuerzas globales que están moldeando el futuro de la minería y su impacto directo en Argentina. A partir de informes de Accenture, Deloitte y la IEA, exploro cuatro tendencias críticas: la brecha entre metas de producción y realidad operativa, la reconfiguración geopolítica de las cadenas de suministro, la transición de la automatización de piloto a estándar industrial, y el imperativo del Net Zero. Este artículo plantea, a mi entender, las preguntas clave que Argentina debe responder para capitalizar el interés del RIGI y construir ventajas competitivas sostenibles.
Rodrigo Ortego, Fundador Cara Sur
9/1/20254 min read


Analizando informes recientes de Accenture, Deloitte y la IEA, encuentro patrones globales que me llevan a reflexionar sobre el momento que vive la minería argentina. Más allá del entusiasmo por el RIGI y las inversiones récord, hay movimientos estructurales que vale la pena considerar.
La Brecha Entre Expectativas y Realidad
El último reporte de Accenture (julio 2025) documenta algo revelador: las principales mineras globales han fallado sistemáticamente en cumplir sus metas de producción por un margen promedio de 2.1% anual. En números absolutos, esto representa USD 71.000 millones en ingresos no materializados durante los últimos seis años.
Las causas identificadas apuntan a dos áreas: sobrestimación en la fijación de objetivos y gaps en la ejecución operacional. Lo interesante es que este patrón se repite independientemente del tamaño de la empresa o la región de operación.
Para Argentina, esto sugiere la importancia de construir capacidades de planificación y ejecución robustas desde el inicio de los nuevos proyectos, en lugar de asumir que la experiencia internacional se transfiere automáticamente.
Reconfiguración Geopolítica de Supply Chains
Los movimientos de China en tierras raras durante 2025 ilustran una tendencia más amplia: la mineralización de la geopolítica. En abril, China implementó controles de exportación sobre siete elementos de tierras raras críticos, afectando directamente a fabricantes como Ford y Suzuki.
China controla 92% del procesamiento mundial de tierras raras y 85-90% del refinado de elementos críticos para baterías. Esta concentración genera vulnerabilidades que países como Estados Unidos, Europa y Australia están tratando de mitigar mediante diversificación de proveedores y desarrollo de capacidades propias.
Argentina tiene depósitos de tierras raras poco explorados. Mientras el foco nacional está en litio, oro y cobre, podríamos estar subestimando oportunidades en minerales que serán estratégicamente críticos en la próxima década.
Automatización: Más Allá de la Eficiencia
La industria minera global está implementando equipamiento autónomo con resultados medibles: las operaciones reportan mejoras significativas en seguridad y productividad, junto con operación continua sin las limitaciones de turnos tradicionales.
El stack tecnológico actual combina GPS diferencial, sensores LIDAR, conectividad 5G y sistemas de machine learning. Rio Tinto ha sido pionero con operaciones remotas desde Perth controlando equipos a 1.500 km de distancia. BHP reporta operaciones autónomas comerciales en Australia. China está desplegando flotas de equipos autónomos eléctricos en sus operaciones de carbón a gran escala.
Lo relevante no son los números específicos, sino la tendencia: la automatización ha pasado de piloto a operación comercial standard en las mineras líderes mundiales.
La reflexión para Argentina es si nuestros nuevos proyectos están considerando esta arquitectura tecnológica desde el diseño inicial. Retrofit de automatización en operaciones existentes es significativamente más complejo y costoso que diseño greenfield con capacidades autónomas integradas.
El Desafío Net Zero: Obligatorio, No Opcional
El sector minero enfrenta una paradoja: debe reducir emisiones 90% para 2050 mientras aumenta producción 200-300% para soportar la transición energética. Cobre emite 4 toneladas CO2 por tonelada producida; níquel puede llegar a 78 toneladas.
Las emisiones Scope 3 (indirectas) representan hasta 80% del footprint total y son las más difíciles de controlar. El acceso a financiamiento verde se está condicionando a roadmaps Net Zero verificables.
Para Argentina, esto implica que los proyectos futuros necesitarán integrar consideraciones de carbono desde la concepción, no como add-on posterior.
Reflexiones para el Contexto Argentino
Revisando estas tendencias globales, me surgen algunas preguntas sobre nuestro desarrollo minero:
¿Estamos desarrollando capacidades de planificación y ejecución que nos permitan cumplir consistentemente con las proyecciones de nuestros proyectos RIGI?
¿Existe una estrategia nacional para minerales críticos más allá de los commodities tradicionales?
¿Los nuevos proyectos están incorporando tecnologías de automatización que serán standard en 3-5 años?
¿Tenemos frameworks para medir y gestionar las emisiones Scope 3 en futuros desarrollos?
¿Cómo podríamos posicionar a Argentina como proveedor confiable en un mundo que prioriza diversificación geopolítica?
Una Oportunidad de Reflexión Estratégica
El momento actual de la minería argentina presenta una realidad compleja: mientras el RIGI genera interés inversor y tenemos recursos comprobados, el marco regulatorio varía significativamente entre provincias. Chubut mantiene restricciones que limitan desarrollos, otras provincias muestran marcos más permeables, y persiste incertidumbre sobre la implementación efectiva de nuevas regulaciones.
Esta heterogeneidad regulatoria, lejos de ser solo una limitación, puede ser una oportunidad para desarrollar approaches diferenciados por jurisdicción. El éxito a largo plazo dependerá de qué tan bien interpretemos tanto las tendencias globales como las realidades regulatorias locales.
No se trata de adoptar acríticamente lo que hacen otros países, sino de reflexionar estratégicamente sobre cómo construir ventajas competitivas sostenibles navegando un contexto regulatorio fragmentado en un sector que se transforma aceleradamente.
La minería del futuro será más predecible, más autónoma, más limpia y más integrada geopolíticamente. Argentina tiene los recursos para participar de esta transformación. La pregunta es si estamos construyendo las capacidades necesarias para hacerlo exitosamente.
Estas reflexiones surgen del análisis de reportes recientes de Accenture, Deloitte Tracking the Trends 2025, IEA Global Critical Minerals Outlook 2025, y fuentes sectoriales especializadas. El análisis se facilita significativamente con herramientas de IA para procesar grandes volúmenes de información sectorial, pero la reflexión estratégica sigue siendo fundamentalmente humana.
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